Para llegar a esta conclusión, los investigadores desarrollaron un software que mide la duración de cada pulsación, descubriendo que aquellas personas con problemas motrices presionaban las teclas durante más tiempo.
Un diagnostico temprano de este tipo de enfermedades, permitiría a los médicos crear tratamientos más efectivos para ralentizar su progreso.
Originalmente orientado a observar los efectos de la fatiga en los pacientes, no fue hasta una vez terminado el estudio, cuando los investigadores se dieron cuenta de su potencial para detectar problemas del sistema motor, citando a los 21 pacientes que tomaron parte en el estudio original para nuevas pruebas.
Aunque los resultados son prometedores, deberán ser confirmados y validados con mayores estudios, antes de que los médicos puedan realizar pruebas de escritura para detectar posibles casos de parkinson.
Fuente: Engadget
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