Apple presenta un nuevo Macbook de 12"

En medio de la presentación del esperado reloj de Apple, el llamado Apple Watch (que poca imaginación tienen en Cupertino para los nombres), del que me he negado a hablar (ya hay mucha gente para hacerlo), se ha colado un nuevo portátil de la marca de la manzana mordida, el primero desde hace mucho tiempo en recibir el nombre Macbook "a secas", y es que el último en hacerlo, que yo recuerde, fue aquel Macbook blanco que se dejo de fabricar en el año 2011.

La verdad, y lejos de la mayoría de opiniones vertidas por otros medios, he de decir que este nuevo modelo de Apple no me parece gran cosa, pues sus 13,1 mm. de espesor están mas que superados por ultrabooks tan antiguos como el Asus Zenbook UX31E, que a pesar de contar con una pantalla de mayor tamaño, tenía un grosor de solo 9 mm. (si, 4 mm. menos que el nuevo Macbook), y existen modelos actuales de 13" como el Acer Aspire S7-393 (que no se vende en España), que cuentan con un grosor inferior a 13 milímetros.

Aunque, como digo, no es el modelo mas fino que he visto, no dejo de reconocer que 13,1 mm. está bastante bien para un ultraportátil de 12", si bien parece tener consecuencias negativas en el teclado, que no parece tener prácticamente ningún recorrido al pulsar, que me parece algo fundamental en un teclado de portátil (no lo he probado, pero parece aun peor que el teclado de la funda del Surface 3 Pro).

Quizás si sea el más ligero, si se confirman los 900 gramos de peso de los que se está hablando, y que serían apenas 70 gramos más que los 971 gramos reales que pesa el LG UltraPC 13Z940, aunque hay que tener en cuenta que este ultimo es de 13,3" y no de 12" como el Macbook.



Si fuese un portátil Windows, su alta resolución de 2304x1440 me parecería excesiva para un modelo de 12" (de todos es sabido los problemas de muchas aplicaciones Windows con resoluciones tan altas), pero siendo un modelo con sistema Mac, donde están acostumbradísimos a resoluciones brutales, me parece un punto a favor.

Sin entrar en si el acabado dorado es muy choni, que si, o si el logo cromado es una horterada, que también, las suaves lineas del nuevo Macbook lo convierten en un ultraportátil muy elegante, y me gusta especialmente el cierre de la tapa, que casi se acopla perfectamente sobre el área de trabajo, dejando solo una finísima rendija entre ambos.

Menos acertada me parece la conectividad, que se limita a un único puerto USB 3.1, el cual debería servir tanto para conectar los periféricos que deseemos usar, como para transmitir el video a un monitor externo o un aparato de TV, o cargar el portátil, y que nos obligara a llevar un HUB (cuando lo haya) para poder añadir un ratón (supongo que los ingenieros de Apple me dirían que use uno Bluetooth) y colocar un pendrive al mismo tiempo.



Tampoco ofrece la posibilidad de conectar a redes cableadas Ethernet, un problema menor que se podría solucionar con una tarjeta de red USB, pero que dada la escasez de puertos de este tipo puede complicarnos la vida en sitios donde solo nos ofrezcan conectarnos de esta manera (aun hay hoteles donde no hay wifi pero si Ethernet en cada habitación).

Una de las ventajas fundamentales de este modelo reside en su sistema de refrigeración sin ventiladores, los cuales son innecesario cuando se usa, como en este nuevo Macbook, microprocesadores Intel orientados a tablets como el Core M, cuyo rendimiento es equivalente al de un Core i3-4030U de bajo consumo (4ª generación), según benchmarks sintéticos como Cinebench R15.

La versión con SSD de 256 Gb. saldrá al mercado con un precio de 1299 $, y la que monta SSD de 512 Gb. costará 1599 $.