Análisis Altavoz para portátiles Tacens Stridor

FICHA TÉCNICA
+ Dimensiones: 60x60x45 mm.
+ Peso: 300 gramos.
+ Longitud de cable USB: 130 cm.

Durante los últimos meses he comentado varios de los productos que Tacens ofrece para portátiles, y que incluyen, entre otros, la base refrigeradora Vinci, que ofreció muy buenos resultados en las diversas pruebas realizadas, y el cargador universal Oris Auto 90 que, gracias a sus 7 diferentes conectores, permite compatibilidad con la mayoría de los modelos del mercado.

Para completar esta trilogía sobre productos Tacens hablaremos del Stridor, un altavoz para portátiles que destaca por su reducido tamaño (inferior al de un paquete de tabaco) y, sobre todo, por el peculiar sistema, el cual usa la superficie sobre la que esta posado el dispositivo para producir el sonido.

El Tacens Stridor se presenta en una caja de color negro en la cual se incluye únicamente el altavoz, no disponiendo de ningún manual o guía ni en papel ni en formato electrónico.

El procedimiento de instalación no puede ser más sencillo, bastando con enchufar el Stridor a un puerto USB libre para que cualquier sistema operativo (yo lo haya probado con Windows XP, Vista y 7) lo detecte automáticamente su tarjeta de sonido integrada, pudiendo reproducir sonido inmediatamente.

Al contrario que los altavoces tradicionales, el Stridor vibra sobre la superficie sobre la cual esta posado para producir sonidos, transformando la mesa en un altavoz que, dependiendo del tamaño, el material del que este construida, y su grosor, ofrecerá un sonido diferente.

De este modo una misma canción sonara diferente si es reproducida sobre una superficie de madera, una de metal o una de cristal, ya que cada superficie tiene unas propiedades vibratorias diferentes.

Ofrece una calidad de sonido superior a la de la mayoría de los portátiles, ofreciendo un buen resultado tanto en todo el rango de frecuencias, si bien los graves son un poco mejorables.

La experiencia es bastante diferente a la que podemos conseguir con unos altavoces tradicionales, ya que el sonido se distribuye uniformemente por toda la mesa, y no distribuido en dos o más focos como en otros altavoces.

Debemos tener en cuenta que, aunque escuchando música es una gozada, no lo es tanto en juegos 3D en los que es importante ser capaz de oír si los tiros vienen de uno u otro sitio.

El volumen al que es capaz de llegar este dispositivo varía dependiendo del tipo de superficie, su tamaño, y la cantidad de elementos que haya situada sobre ella, obteniendo mucho mayor volumen en una mesa de comedor vacía que en un escritorio como el mío, en el cual comparten sitio, entre otras cosas, un portátil, un monitor, un tablet, y unos altavoces tradicionales.

Para subir o bajar el volumen deberemos recurrir al control de volumen del programa que estemos usando o el del propio Windows, ya que el Stridor no cuenta con ningún control de volumen externo que podamos accionar.

Concluyendo, un altavoz que, por su pequeño tamaño, es perfecto para transportarlo en la bolsa de nuestro portátil, ofreciendo un sonido bastante mejor que el de la mayoría de los portátiles.