Análisis unidad SSD: Patriot Blaze 128 Gb.

FICHA TÉCNICA

+ Interfaz: SATA III (6 Gbps.)

+ Capacidad: 120 Gb.
+ Lectura Máxima Estimada: 545 Mb/s.
+ Escritura Máxima Estimada: 430 Mb/s.

+ Dimensiones: 99.8x69.6x7 mm (2,5") 
+ Ciclo de vida: 2.000.000 horas (228 años)

Mas información:
+ Página Oficial

Como os comentaba en la entrada de ayer por la noche, he adquirido una nueva unidad SSD en 101Gigas para darle nueva vida a mi portátil Acer Aspire, que tiene ya casi 4 años y medio y, aunque funciona perfectamente, ofrece un comportamiento mucho mejor con una SSD, como pude comprobar con anterioridad con mi antigua unidad OCZ Agility 3.

Tras la mala experiencia con dicha unidad SSD, que al cumplir dos años empezó a dar aviso de sectores defectuosos, tenía claro que una de las características principales de mi nueva unidad SSD debía ser la fiabilidad, que fue una de las principales razones para adquirir la Patriot Blaze, pues tengo muy buenas referencias de su controlador, el Phison PS3019, utilizado también por Corsair en sus Force.



Es conveniente comentar que, al ser ya un modelo bastante antiguo, el Aspire 5942G no es compatible con SATA3, por lo que la velocidad de transferencia potencial no era un factor importante en este caso, pues estoy limitado por la capacidad de la controladora SATA2.

Con todo esto en cuenta, la Patriot Blaze era, sobre el papel, la unidad SSD que mas confianza me daba, algo que confirme luego al leer varios análisis pues, aunque su velocidad de transferencia en sistemas SATA3 es algo inferior al de otras unidades de precio similar, es bastante superior al limite marcado por SATA2 (aproximadamente 300 Mb/s.).

TESTS SINTËTICOS

Para comprobar el comportamiento de esta unidad SSD, utilicé tres de las aplicaciones de benchmark mas habituales en lo que almacenamiento se refiere, que son CrystalDiskMark, HD Tune y AS SSD Benchmark.

CrystalDiskMark somete a la unidad SSD a pruebas de lectura y escritura trabajando en diferentes escenarios y, mientras las velocidades de lectura son las esperadas superando los 250 Mb/s. en secuencial, los 200 Mb/s. con bloques de 512 Kb., y alrededor de 20 Mb/s. con bloques de 4 Kb., en escritura los resultados son bastante mas modestos, superando apenas los 75 Mb/s. secuencial, rozando los 70 Mb/s. con bloques de 512 Kb., mientras que con bloques de 4 Kb. nos vamos por encima de los 40 Mb/s.



Comparando estos resultados con los del análisis de mi antiguo OCZ Agility 3, compruebo que las velocidades de escritura son muy inferiores a las de este, si bien está prueba fue realizadas con el preset 0Fill, por lo que procede a realizar un nuevo test utilizando esta preselección.

En este escenario, las velocidades de escritura del OCZ son mucho mejores, superando los 225 Mb/s. en secuencial, los 210 Mb/s. con bloques de 512 Kb. y los 45 Mb/s. con bloques de 4 Kb., lo que me indica que el rendimiento del Patriot Blaze es equivalente al del OCZ.



La gráfica generada por HD Tune muestra que, aunque su comportamiento no es tan estable como el de otras unidades SSD que he probado, la velocidad de transferencia se mantiene en torno a los 125/150 Mb/s. durante toda la duración del benchmark, lo que nos da más datos acerca del funcionamiento de la SSD.

Por último, el AS SSD Benchmark confirma los datos de CrystalDiskMark, y añade que el tiempo de acceso de la unidad SSD es de 0,306 ms. en lectura y 0,103 en escritura, valores que, aunque no son nada del otro mundo para unidad SSD, son muy inferiores a los que obtendríamos con un disco duro mecánico (rondan los 15-20 ms.).



He tomado prestada la anterior imagen de una reseña japonesa sobre esta misma unidad SSD y, como podéis ver, los resultados obtenidos en los escenarios de escritura por esta unidad SSD en SATA3 son algo superiores, aunque no especialmente buenos, observándose una mayor diferencia en 0fill.

TESTS REALES

Con todo, no estoy descontento con la compra pues, para el uso que yo le voy a dar (unidad de sistema), las velocidades de escritura no tienen demasiada importancia, ya que no tengo intención de almacenar datos en ella, y el comportamiento del sistema ha mejorado mucho con respecto al disco duro de 500 Gb. que usaba hasta ahora.

De esta manera, he podido comprobar que el sistema se inicia mucho más rápido, pasando solo 13 segundos desde el momento en que enciendo el ordenador, hasta que Windows 7 me pide la contraseña, y que también se apaga enseguida (apenas 5 segundos).



He visto también una mejora notable en los tiempos de carga de algunos juegos, que antes se eternizaban, y que ahora van mucho más fluidos, aunque obviamente no influye en el rendimiento gráfico del sistema.

Finalmente, he comprimido 7 archivos de tamaño variado (706 Mb. en total) con 7-zip a su formato nativo (7z), y le ha llevado 46 segundos, tardando 11 segundos justos en descomprimir dicho archivo.