Reflexiones sobre el cierre de megaupload

Aunque, como sabéis, este no es habitualmente un blog de opinión, me vais a permitir que exprese mi valoración sobre el cierre de Megaupload y el encarcelamiento de sus máximos responsables, que es una de las noticias más gordas de esta última semana (sobre todo porque no me gusta el futbol, y me da igual que el Barça le ganara al Madrid en el Bernabéu).

Es un poco triste ver como uno de los servicios de hosting mas conocidos ha cerrado sus puertas (o más bien se las han cerrado), sin embargo creo que es algo que se veía venir desde hace tiempo, dado el poco empeño que ponía esta empresa en eliminar el material con derechos de autor de sus servidores, y que representaba una gran parte de su tráfico.

Aunque puedo entender, en parte, unas medidas de presión para que Megaupload endurezca sus filtros sobre contenido protegido por derechos de autor, no me cabe en la cabeza que alguien pueda considerar punible el ofrecer un servicio en el cual, si conocimiento del propietario del mismo, uno o varios usuarios almacenan información de la cual no poseen los derechos, puesto que, por esa regla de tres, no se podrían ofrecer servicios de correo electrónico, puesto que estoy seguro que en los adjuntos de los mensajes guardados, se almacenan muchísimos contenidos protegidos por derechos de autor.

Lo peor de todo es a que este cierre de megaupload, que ha generado tanto impacto mediático, le seguirán otros muchos que no tendrán tanto, y que afectaran a los blogs usuarios como tu y como yo, que poco o nada tienen que ver con la infracción de derechos de autor, de los cuales no se hablara en absoluto en periódicos o medios de comunicación fuera de internet, en un flagrante ataque contra la liberta de expresión.

Y así, gente como Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat, que tanto lucharon desde los escenarios por la libertad de expresión, se convierten al final en cómplices de los censores por el vil metal, que al final es el motor que mueve todo.

Antes de González Sinde, que pasara a la historia como la peor ministra de cultura de la historia de España (por delante de Esperanza Aguirre, que ya es difícil), nos consolábamos con que eso no pasaría en España, que nuestros políticos, aunque ladrones, tenían al menos dos dedos de frente y no irían en contra de la opinión mayoritaria de los españoles por contentar a los lobbies cinematográficos y discográficos, que son los culpables de todo este asunto.

Finalmente este pensamiento resulto ser incierto cuando Zapatero (que ahora estará mirando sus zapatos) puso al frente del ministerio de cultura a González Sinde, a la cual conocíamos (bueno, más bien desconocíamos) únicamente por películas de dudosa calidad como "Mentiras y Gordas" o "La Buena Estrella".

Es curioso que una persona que ha chupado millones de euros en subvenciones (todavía no entiendo porque se les regala dinero a los cineastas españoles por hacer truños como Manolito Gafotas que, de cultura, tiene más bien poco), se aliase con la SGAE para exprimirnos aun mas, que tiene narices. Estoy seguro de que su próxima película será un fracaso rotundo de publico pero, ¿qué os apostáis a que al final acabamos pagándola todos los españoles?

Lo peor de todo es que los nuevos no parecen mejores, y lo primero que han hecho nada más entrar es dar legitimidad al canon digital, ese impuesto revolucionario de la SGAE por el que me cobran por el DVD que uso para almacenar mis fotos, y que la Unión Europea ha dicho que es ilegal. No creo que ninguno de nosotros pensase que era a esto a lo que se refería cuando, en la penúltima campaña electoral, decía que iba a eliminar el canon de los CDs y DVDs.

Y lo que nos queda, porque con 4 años de mayoría absoluta van a hacer lo que les salga de las narices como hicieron la última vez que estuvieron por ahí, con patinazos sonados como la Guerra de Irak (¿donde están las armas de destrucción masiva?), la metedura de pata del Prestige (llévate el barco mar adentro, para ver si podemos extender el fuel por toda la costa en vez de en un espacio reducido de la misma), etcétera.

Quizás algún día se nos pase la tontería, y dejemos de votar en blanco y negro (PP o PSOE), decantándonos por alguno de los muchos colores que hay en el arcoíris (bastantes más de 7), y por fin tengamos un poco de pluralidad en nuestro gobierno, que falta nos hace.

Al empezar a escribir, pensaba en publicar solo un par de párrafos como introducción a uno de los portátiles que suelo comentar en el blog pero, como veis, hay tanto que decir sobre el tema, que ese corto espacio no llegaba. Espero que me perdonéis el off-topic.